Para Luis Roberto Mata, ese antes y después ocurrió hace nueve años, cuando un accidente cambió por completo su movilidad, su trabajo y su rutina diaria. Pasó de tener una vida activa a enfrentarse a un largo proceso de adaptación, físico y emocional. Pero hoy, su historia ha dado un giro inesperado y esperanzador: ahora él es quien acompaña a otras personas que atraviesan un proceso similar, esto en el Centro de Rehabilitación Integral del DIF Municipal de Meoqui.“Básicamente es un acompañamiento psicológico, sobre todo a personas que tienen alguna discapacidad motriz”, explica con voz serena. “Yo también tengo una, así que sé lo que se siente. Lo que busco es apoyarlos no sólo en su rehabilitación física, sino también emocional y mental”.En el CRI, llegan principalmente adultos mayores que buscan recuperar movilidad después de caídas o fracturas y jóvenes que enfrentan una discapacidad adquirida o congénita. Luis Roberto los escucha, los acompaña y, sobre todo, les enseña que pedir ayuda no es debilidad, sino una forma de valentía.“Los adultos mayores tienen mucha necesidad de ser escuchados. Cuando alguien ...